viernes, 29 de abril de 2011

Capitulo nueve.

2002, Chelmsford, Essex, England.

Llevaba más de dos horas delante de los armarios que estaban delante mio, sin decidir ninguna ropa que ponerme aquella noche. No recuerdo que haya tardado en toda mi vida tanto en elegir que ponerme. Pero quería estar adecuada, ni muy formal ni muy coloquial.
Decidí que si me queria duchar y lavar el pelo antes de irme, tendría que darme prisa cogiendo atuendo, así que, me levante del sillon en donde estaba sentada cansada ya de mirar los armarios y rebusqué entre los cajones, las perchas y más cajones hasta que encontré algo casi perfecto.
No quería nada ostentoso pero tampoco que pasara desapercibido.
Trás probarmelo por encima mirandome en un espejo, creí que era perfecto para una noche calurosa.

Por ultimo, llevaria de zapatos unas sandalias romanas de color oro.

Cogí la ropa y me la lleve al baño.
Me duché y me empece a secar el pelo ondulado.
Me lo fui alisando mientras iba pendiente de la hora.

Quedaban apenas 30 minutos para que Harry me pasara a buscar y yo ya estaba preparada desde hace una hora.
Me levanté de nuevo y me miré en el espejo, creo que estaba adecuada.
El timbre de la puerta sonó y contesté alto para que nadie fuera a abrir excepto yo.

-¡Es para mí! Ya voy yo.

Nadie contestó.
Me dirigí a la puerta, me aplané la falda con la mano y abrí.
Harry iba normal, como lo habia visto los dias anteriores pero esa vez iba un poco más peinado.
Una sonrisa se dibujo en su cara enseñando un par de dientes.

-Que guapa vas Hayley-dijo admirandome.

Ese comentario hizo que mi pelo pelirrojo no pareciera rojo en comparación a mis mejillas.

-Gracias-le agradecí tímida.-¿Vamos?

Él asintió, salí por el marco de la puerta y la cerré tras mis pasos.

- Tengo el coche allí afuera.

- ¿El coche?-pregunté extrañada.-Pensé que iriamos andando...

Harry me miró y acontinuación rió.

-¿Qué?-pregunté con una sonrisa.

-Esta a las afueras de la ciudad.

-¿Así?-pregunté

- Si. Nunca has ido ¿verdad?

-Pues.. la verdad es que no.

Creía que se reiría de mi, que contestaria algo con burla pero en cambio de eso asintió con la cabeza y me sonrió con una sonrisa cariñosa.

-Pues te encantará.

Salimos fuera de mi recinto, y encontré una vieja ranchera color gris metalizado esperandonos.
Me subí en el asiento de copiloto, ayudandome con las manos a subir, ya que estaba elevada y no estaba acostumbrada a esas alturas.
En cambio, Harry debía de subir mucho porque no le habia costado lo más minimo.
Fuimos en un silencio absoluto hasta que mi móvil empezó a sonar.

''Today is gonna be the day
That they're gonna throw it back to you
By now you should've somehow
Realized what you gotta do
I don't believe that anybody
Feels the way I do about you now..''

-Lo siento-me disculpé.

Harry sin dejar de mirar la carretera sonrió y me hizo un gesto con la mano en acción de que no pasaba nada.
Sonreí y mire la pantalla de mi Blackberry. Era un movil bastante cómodo y era de los ultimos que habian sacado en este año. Me lo habian regalado por navidades.
Era Mary-Kate.

-Hola Mary-Kate.-dije descolgando de la tecla verde.
-¡Hola! Vamos a ir a las ferias...¿te apetece venir con nosotros?
-¿A las ferias, eh?-dije sonriendo y mirando a Harry, él apartó la mirada un momento de la carretera para mirarme con una mirada complice y volvió a ella.- Pues la verdad es que yo tambien voy.
-¿ Sola?
-Esto... no, ya te contaré.
Ví por el rabillo del ojo como Harry sonreía.
- Uy, mas te vale...
Rió.
-Pues cuando estes llegando llamame y nos vemos.
-Claro, un beso. Adiós.-Colgué y volví a guardar el movil en mi bolso.

-¿Así que te gusta Oasis, eh?-miré a Harry con un cierto tono rojizo en mis mejillas.

-Eh... si...-contesté

Harry sonrió.-Me encanta esa canción, ¿como se llamaba?

-Wonderwall.-respondí orgullosa.

Me encantaba esa canción, habia significado demasiado para mi en todos estos años.

Mientras miraba el frente por la luna de aquel coche pude ver a lo lejos una gran noria con colores y demás atracciones, cuanto más nos acercabamos, más gente aparecia. Madres con sus hijos, niños con sus amigos, chicas con sus novios... un escalofrío paso por mi espalda e hizo que diera un respingo.

-Bueno, ya hemos llegado.-termino de decir la frase aparcando el coche en un sitio libre y bajó del coche rápido a abrirme la puerta.

-Gracias.-dije sonriendole mientras bajaba con cuidado de aquel coche.

Harry se puso al lado mio y andamos hacia la entrada de la feria.
Miró a la noria y después a mi, asi repetidas veces.

-Prométeme una cosa.-me susurró al oído.-Yo asentí, en señal que podia seguir hablando.-Que te montarás conmigo esta noche en la noria.

Sonreí mientras pasabamos la entrada y le respondí en su oreja.

-Te lo prometo.

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